De pata negra

Publicada el 26 de enero de 2019.

 

 

 

 

 

 

 

Madrugo. Son las seis y cuarto y ya estoy en pie para arreglarme y comenzar a escribir esta crónica sobre turolenses en FITUR, una de las mayores ferias del mundo dedicadas al turismo. Por ello, Aragón no puede faltar. Y, por supuesto, Teruel como provincia. Y, cómo no, nuestra comarca, que ha organizado un viaje para representantes oficiales de todos los pueblos y técnicos de la institución en el que yo voy infiltrado en mi papel de periodista. Subo al autobús oficial del Voleibol Teruel en la última parada, en Monreal. El último. Vamos casi al completo y hoy voy a ser Tomás, alcalde de Almohaja. Ha habido algún problema con mi entrada, pero no me voy a quedar a las puertas. Sobre las nueve paramos en el área de servicio más desangelada de la A-2. Parece que queremos sentirnos como en casa.

A la llegada a la Feria de Madrid veo la manifestación de los taxistas y el dispositivo de seguridad con policía montada incluida, pero nuestro conductor se las sabe todas y nos lleva por la puerta de atrás, donde no hay incidentes e igual se corresponde mejor con nuestro estatus. Ya en nuestro espacio, los de la comarca somos casi la mitad del público. Al principio, porque luego pasamos desapercibidos. Las conversaciones a mi alrededor son de lo más variopintas. “Imaginemos que recibo una comisión de un millón de euros, ¿en que me lo gasto? Porque en una cena... y si te compras un coche de más de 30.000 te pescan”, comenta un político. La gerente de Apadrina un Olivo vende su producto con mucha eficacia también. Pepe Soro, ya en el discurso, agradece el trabajo de Marisa y Jorge. “¿Quienes son Marisa y Jorge?”, oigo por detrás. Javier Lambán, por su parte, agradece a los diputados y senadores del Reino de España que han rendido pleitesía a Aragón. Y yo, que estaba en primera fila, me quedo sin visión porque los VIP se me ponen delante de la cinta separadora.

Los canapés, que son siempre uno de los momentos más esperados por la profesión, son generosos. Y también son la ocasión de hacer relaciones. Pero eso me lo reservo, que son todo conversaciones a micrófono cerrado.