Financiación colectiva

Publicada el 3 de noviembre de 2018.

 

 

Crowdfunding. Esa es la solución a todos los problemas del mundo rural. Mis seguidores en Twitter saben que el fin de semana pasado me desplacé a Bueña para escuchar sobre despoblación. Y en Bueña, además de suscribirse un compromiso para la pervivencia de nuestros pueblos, una muchacha me sugirió una solución de futuro: el crowdfunding. ¿Qué es eso? Pues una versión moderna de la caridad de siempre. Alguien plantea un proyecto y decenas, cientos, miles de personas aportan una pequeña donación a través de una plataforma en internet. A cambio, quienes dispensan la dádiva pueden recibir una compensación o la satisfacción de haber contribuido a una buena causa.

Mi intervención en el coloquio del sábado sacó a colación que para ir de Aguatón a Bueña, unos cuatro o cinco kilómetros, hay que dar una vuelta de más de veinte. En privado, la chica me planteó iniciar una campaña de micromecenazgo para asfaltar los poco más de tres kilómetros de camino de arcilla. La propuesta es buena. Si la Administración no te arregla un camino, pongamos cada español una peseta, como diría Lola Flores, y asunto resuelto. Revolucionario.

Añado yo que el micromecenazgo, por supuesto, no solo debería aplicarse a la reparación de vías públicas. Si la compañía telefónica de turno no instala una antena para móviles, campaña de crowdfunding al canto para luego cederla de forma gratuita. Si el Departamento de Sanidad no ve rentable instalar un equipo de radiografía en una cabecera comarcal, campaña de crowdfunding al canto. Si no hay viviendas municipales para acoger en alquiler social a nuevos pobladores, campaña de crowdfunding al canto.

¡Cuántas alternativas nos ofrece el mundo digital y no habíamos caído! Ya veo yo un mundo feliz desembolsando tan solo una peseta. Una peseta por idea, claro. La financiación colectiva es, sin ningún género de duda, el progreso. Es la herramienta definitiva que necesitan tanto las Administraciones Públicas como las grandes empresas para construir una sociedad mejor. Es, en conclusión, la medicina que nos sacará de la sala de terminales.